¡Mamá, quiero ser creativo!

Los que ya peinamos canas recordamos la afamada comedia musical de los años 80 protagonizada por la no menos afamada Concha Velasco y titulada ¡Mamá, quiero ser artista!


Es habitual que tendamos a identificar la creatividad con alguna forma de arte, propia de artistas. Esto no es así; la creatividad es una habilidad fundamental para los profesionales en todos los campos y además forma parte de nuestro desarrollo personal. 

 

“La creatividad da esperanza de que puedan surgir ideas que valgan la pena. La creatividad hace que la vida sea más divertida y más interesante».

-Edward de Bono-

 

Todos somos creativos, sólo que en cada uno de nosotros la creatividad se manifiesta de forma diferente. Sin embargo, desde pequeños ya se nos etiqueta como creativos o no creativos, y se hace en función de nuestras dotes artísticas (pintura, música, danza…) Y cuando somos adultos, seguimos empeñados en diferenciar a los que son creativos de los que no lo son, en este caso basándonos en otros aspectos más cotidianos (estilo personal o del hogar, tener ideas,…)

 

La creatividad no sólo sirve para crear cosas nuevas, sino también para encontrar soluciones innovadoras, aplicando enfoques diferentes a los tradicionales, rompiendo los paradigmas existentes y dando espacio al pensamiento divergente. Para resolver problemas y aprovechar las oportunidades que nos brinda el mercado, el pensamiento creativo nos facilita encontrar más y mejores ideas, ideas útiles y originales. Nos convertimos así en personas autónomas, capaces de pensar por sí mismas, que puedan crear, en lugar de limitarse a reproducir.

 

“La locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”

-Albert Einstein-

 

A nadie se nos escapa ya la importancia que ha adquirido la creatividad en el entorno actual que estamos viviendo. Son constantes los nuevos retos a los que hemos de enfrentarnos en todos los ámbitos de nuestra vida.

 

Informes como el de “Las empresas españolas frente a la revolución del reskilling”, elaborado por EY y Future for Work Institute, nos indican que la creatividad es la habilidad más demandada por el 91% de las empresas. Tampoco se nos escapa que, por primera vez en la historia de Horizonte Europa, el programa de financiación clave de la UE para la investigación y la innovación, se ha destinado una partida presupuestaria de 1.253 millones de euros para fomentar la creatividad, como el origen de todo proyecto innovador en el resto de disciplinas (salud, medioambiente, tecnología, industria,…)

 

Con las técnicas adecuadas y acompañados de profesionales en la materia, la creatividad se puede potenciar. Recientemente hemos asistido al lanzamiento de ASKool un gimnasio dedicado al entrenamiento creativo que tiene como objetivo que sus alumnos mejoren el pensamiento creativo y lo apliquen allí donde haga falta.

 

En absoluto me parecería descabellado escuchar a los niños de la nueva generación Alfa